Esto es lo que más desgasta hoy a muchas parejas
Hoy quiero hablar de algo que surge con mucha frecuencia tanto en terapia como en conversaciones cotidianas:
¿Qué es lo que más afecta a las parejas?
Podríamos pensar que depende de la edad, del momento vital, o incluso de las circunstancias externas. Y en parte es cierto: no vive lo mismo una pareja que está criando hijos pequeños que otra que se enfrenta al “nido vacío”, ni una relación que acaba de empezar que una de muchos años.
Pero si tuviera que elegir una sola palabra que resuma la mayor dificultad que observo en consulta, esa sería: desconexión emocional.
La desconexión emocional no ocurre de un día para otro. Suele aparecer de forma sutil: las conversaciones se vuelven más prácticas que afectivas, los gestos de cariño se espacian, y poco a poco la pareja deja de sentirse “equipo”. Desde una mirada sistémica, esta desconexión puede entenderse como un cambio en el equilibrio del sistema relacional. No se trata solo de lo que cada persona hace o deja de hacer, sino de cómo la relación ha ido perdiendo su capacidad de nutrirse, de generar cercanía y complicidad.
Cuando en terapia trabajamos con parejas, más allá de “culpas” o “errores”, buscamos comprender las dinámicas que los han llevado hasta ahí: los patrones de comunicación, las expectativas no expresadas, los roles que cada uno asume (a veces sin darse cuenta) y la manera en que ambos intentan protegerse del dolor.
Recuperar la conexión implica volver a mirarse —no solo con los ojos, sino también con la intención—, escuchar de verdad y reconstruir el puente emocional que quizá se fue deteriorando con el tiempo
Porque cuando te sientes conectado a tu pareja todo se disfruta más y es más sencillo.
🌱 Una invitación a mirar la relación desde otro lugar
Si estás en pareja, te invito a detenerte un momento y preguntarte:
- ¿Cuándo fue la última vez que sentí verdadera conexión con mi pareja?
- ¿Qué espacios cotidianos nos ayudan a mantenernos cerca emocionalmente?
- ¿Qué necesito (y qué puedo ofrecer) para fortalecer ese vínculo?
Recordar que toda relación es un sistema vivo puede ayudarnos a entender que el cambio no depende solo de uno, sino de la danza que ambos crean.
Y a veces, cuando esa danza se descoordina, pedir ayuda es un acto de amor hacia la relación.
